Me calaste hondo
y ahora me dueles [...]
un momento se va
y no vuelve a pasar.
Y decían: '¡qué bonito!'
era vernos pasear
queriéndonos infinito
pensaban: 'siempre será igual'.
¿Cómo lo permitimos,
qué es lo que hicimos tan mal?
¿fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar?
Engáñame un poco al menos
dí que me quieres aún más
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal.
Que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reír
y que el único que te importa
es este pobre infeliz.
26 febrero 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario